The bus, de Paul Kirchner

Heavy Metal, la versión estadounidense de la revista Metal Hurlant, echó a andar en la primavera de 1977 de la mano del editor Leonard Mogel. En un primer momento, la opción más lógica fue traducir y publicar material sacado directamente de las páginas de la versión francesa para ir haciendo mercado: Moebius, Manara, Druillet y compañía, coparon los primeros números de la revista.

Poco a poco, el material original comenzó a desplazar al procedente de Metal Hurlant. Al trabajo de artistas internacionales como el suizo Hans Ruedi Giger (mundialmente conocido por su trabajo en Alien) o los españoles Esteban Maroto y Pepe Moreno (dos habituales de Creepy y Eerie, entre otras publicaciones), se les fue uniendo la presencia cada vez más notable de autores estadounidenses como Berni Wrightson, Richard Corben, Walter Simonson, Arthur Suydam, etc. Precisamente, el increíble trabajo de uno de estos autores norteamericanos y su longeva relación con la revista, son la excusa perfecta para esta reseña. Estamos hablando de Paul Kirchner y su inconmensurable The bus.

Paul Kirchner (New Heaven, Connecticut, 1952) es un ecléctico y versátil artista gráfico estadounidense, que se ha movido en ámbitos muy dispares. Su carrera ha transitado desde las tiras cómicas hasta la publicidad, pasando por la ilustración editorial, el cómic, la escritura e incluso la industria juguetera.

Durante 7 años (1978 – 1986) estuvo vinculado a Heavy Metal escribiendo y dibujando The bus – además de otras pequeñas colaboraciones -, una tira cómica que se centraba en las vicisitudes de un pasajero de autobús. Resulta increíble como algo tan cotidiano y anodino puede dar tanto de sí en las manos adecuadas.

Es difícil encontrar calificativos que hagan justicia al derroche imaginativo que Paul Kirchner despliega en The bus. Los editores de Heavy Metal combinaron con acierto un binomio de circunstancias que hizo posible la consecución de esta brillantísima tira cómica: 1) Total libertad creativa; 2) Saludables ritmos de entrega (dos tiras por número, de periodicidad bimestral).

The bus a veces es humor, otras surrealismo, extrañeza casi siempre; en ocasiones, construye un hábil crítica e invita a la reflexión, y en bastantes momentos, incluso inquieta. The bus es un campo de pruebas experimental en las manos de un inspiradísimo Paul Kirchner, que con los años, se ha alejado sistemáticamente del mundo del cómic. Una lástima.

Mientras las editoriales españolas se lo van pensando, la mejor opción para hacerse con una copia impresa de esta obra la tenemos en el país vecino. En Francia existe una recopilación muy reciente del año pasado, publicada por la editorial Tanibis. Por cierto, os dejo el estupendo anuncio con el que la editorial gala promocionó la publicación. Condensa a la perfección, el tono de The bus.