Retorciendo el lienzo: Las pinturas imposibles de Paco Pomet

«El humor es muy importante”. Paco Pomet.

Existen pocos artistas pictóricos que se decanten por el humor como uno de sus principales vehículos de expresión. Durante demasiado tiempo, una impostada seriedad y trascendencia ha sepultado sin remisión muchos intentos de exploración hacia otras expresiones artísticas más heterodoxas.

No es habitual encontrar artistas que opten por una vía tan rupturista y alejada del academicismo imperante como Paco Pomet. Toneladas de tenacidad – casi terquedad -, una fe ciega en su propuesta y un innegable talento, han sido las principales premisas que han convertido el trabajo de este pintor granadino en un éxito más allá de nuestras fronteras.

Herr professor (2006)

Gran parte del arte de Paco Pomet se alimenta de la estética de la fotografía vintage del siglo XIX y principios del XX, pero echa realmente a andar cuando el surrealismo, el humor y las referencias pop entran en juego. Utilizar elementos tan contrapuestos – realismo y surrealismo van de la mano –, y a priori estéticamente incompatibles, dota a sus lienzos de un fantástico cariz experimental cuyas últimas consecuencias eclosionan en el propio espectador, convirtiendo su reacción en parte fundamental de la obra.

Él (2009)

Las influencias de este autor granadino trascienden al ámbito pictórico y se sumergen en terrenos más alejados del purismo militante: hablamos de la televisión, el cine e incluso los cómics. Francisco de Goya y Gerhard Richter conviven con los Monthy Python, los hermanos Marx y con dibujantes como Gary Larson o Francisco Ibañez, entre otros.

Agente secreto (2010)

En los últimos años, el reconocimiento internacional de la obra de Paco Pomet habla claro de la universalidad de su propuesta, y de la aceptación de su arriesgado discurso artístico por parte de crítica y público. Desde 2010, muchas de sus obras se han paseado por Nueva York, Santa Mónica, Lisboa, Copenhague, Miami, Los Angeles e incluso Pekín – donde consiguió el Excellent Work Prize en la bienal de arte de 2010 -, y otras tantas descansan en diversos museos, instituciones o colecciones privadas a lo largo y ancho de todo el mundo.