Descubriendo ilustradores: Simon Stålenhag

En el apartado de información del perfil de Facebook de Simon Stålenhag reza una escueta y certera definición de su trabajo: “Swedish sci-fi artist Simon Stålenhag paints ordinary people in strange surroundings”. Una buena piedra de toque por la que empezar.

Stålenhag es un músico ocasional, desarrollador de videojuegos -estudió en la academia Future Games de Estocolmo–  y, sobre todo, un ilustrador con un nivel de producción que roza la compulsión. Digo bien ilustrador: su herramienta principal de trabajo es una tableta Wacom con la que emula el efecto del óleo o de la pintura acrílica.

El grueso de su obra gira en torno a tres elementos fundamentales: los paisajes naturales suecos, la década de los 80 y la tecnología futurista –predominando los mechas-. Juntos, revueltos y combinados, componen un universo retrofuturista en continua expansión que brilla por su altísima calidad.

Simon Stålenhag (20 de noviembre de 1984) reside en Kungsholmen, una isla de casi 4 kilómetros cuadrados que, a su vez, es un distrito de Estocolmo. Crecer en este entorno le sirvió para acercarse inevitablemente a una de sus primeras y más determinantes inspiraciones, el escritor e ilustrador Gunnar Brusewitz, cuyo trabajo alrededor de la naturaleza terminaría produciendo un gran impacto en el arte de Stålenhag .

A la llamativa propuesta de Stålenhag y la poco discutible calidad de su obra, se le sumó un tercer factor idóneo para una mayor repercusión; un golpe de suerte. En Agosto de 2013, The Verge, un influyente multimedio estadounidense fundado por Joshua Topolsky, viralizó el trabajo de Simon Stålenhag a través de un artículo, llegando incluso a tener un efecto rebote en algunos medios suecos tradicionales. Desde entonces su popularidad no ha parado de crecer.

El universo visual del autor, interconectado en su amplitud, se desarrolla alrededor de diversas series que giran entorno a una idea: The Loop. Dentro de su propia mitología, el mosaico que construyen sus obras se erige de la construcción de un acelerador de partículas entre 1954 y 1969 y de todas sus inesperadas consecuencias.

En el plano editorial, Things from the flood y Tales from the Loop son esenciales para disfrutar -sobre todo a los que amáis el papel- de sus ilustraciones con sabor a lienzo.

Repitiendo título  y con una efectiva campaña de crowfunding a cuestas, ha conseguido recaudar fondos para sacar adelante un juego de rol que abraza todos sus fetiches y creaciones. El universo de The Loop ya es oficialmente jugable.

Para finalizar, os dejo con un pequeño extracto de algunas de sus series de ilustraciones más destacadas:

The Electric State

Things from the flood I

We need to talk about Annika

Things from the flood II

Invasive Species

Things from the flood III

Lost & Found