Ni una palabra: 12 cómics mudos imprescindibles

“Cuando son buenos, suelen ser brillantes, porque el cómic sin palabras exige un dominio superior del medio”. Santiago García, autor de La novela gráfica.

Según Scott McCloud, tomando como punto de partida el dictamen de Will Esisner – el arte secuencial -, definía el cómic intentando atar el mayor número de cabos sueltos posible:  “ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada, con el propósito de transmitir información y obtener una respuesta estética del lector”.

Una definición académica y clarificadora que hacía hincapié en los dos principales elementos sobre los que el cómic se asienta: el dibujo (ilustraciones yuxtapuestas) y los textos (imágenes en secuencia deliberada; aunque este fragmento de la definición también hace referencia a otros elementos).

La combinación de textos y dibujos se erige como la herramienta fundamental sobre la que se sustenta el 9º arte, desde que es consciente de sí mismo como medio artístico singular, no obstante, no es imprescindible recurrir a ella para que esta narrativa funcione con normalidad.

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Los 5 mejores autores contemporáneos del cómic europeo*

El cómic como medio de expresión en España, a pesar de tener una larga y arraigada tradición, nunca ha gozado de una aceptación consolidada que le haya proporcionado estabilidad a lo largo de los años. Existieron dos etapas históricas que podían haber cambiado la tendencia del sector – los años 40 y 50, y el boom de finales de los 70 y principios de los 80 -, desgraciadamente, se quedaron en un buen intento.

Si comparamos al cómic con otros ámbitos de la cultura como el cine, la literatura o la música, podríamos catalogarlo como un sector casi marginal. La consecuencia directa de todo esto es una industria en un estado permanente de crisis.

Ahora que tenemos la ventaja que nos otorga la perspectiva, es justo hacer una valoración positiva de los valientes movimientos que se produjeron en el seno de algunas editoriales españolas la década pasada, sobre todo teniendo en cuenta la aguda crisis que el sector atravesó a finales de los 90. El siglo XXI vino acompañado del nacimiento de editoriales como Astiberri (2001) o Ponent Mon (2003) que, aunque planteadas con objetivos diferentes, terminaron por tener un punto importante en común: la publicación de nuevos autores europeos. Otras editoriales más veteranas (Norma editorial La Cúpula, entre otras) contribuyeron decisivamente para convertirlo en tendencia, dibujando un mosaico de posibilidades mucho más amplio para los aficionados a los cómics en España.

De esa época voy a destacar a cinco de los autores con los que más he disfrutado estos últimos años, gracias a la apuesta de las editoriales antes mencionadas. En la actualidad todos poseen un gran prestigio y reconocimiento internacional, aún así espero que este artículo os ayude a descubrir a alguno de ellos. Si sabéis apreciar los cómics y os gusta indagar en el medio, va a ser complicado que no disfrutéis con el trabajo de estos excepcionales sujetos.

Empezamos.

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